* Desde hace 27 años se impuso una política económica neoliberal que mantiene en la pobreza a la mayoría de los mexicanos, sostiene
* Pero el cambio se concretará tarde que temprano, por la vía pacífica, con una revolución de las conciencias, subraya
* El candidato presidencial de la izquierda para la contienda del 2012 será el hombre o mujer que esté mejor posicionado para ese entonces, menciona
Oportunidades de empleo y de estudio para los jóvenes y garantizar mínimos de bienestar para las familias en condiciones de pobreza son la mejor arma para combatir la ola de inseguridad y de violencia que campea en todos los rincones de la geografía nacional, aseguró Andrés Manuel López Obrador.
Dejó en claro que ambos flagelos no se resolverán, como lo ha hecho el gobierno espurio de Felipe Calderón, con un incremento en el número de policías y elementos del Ejército Mexicano, tampoco con amenazas de mano dura, la construcción de nuevos espacios carcelarios o la aplicación de leyes más severas.
En entrevista que concedió durante la reunión de evaluación que sostuvo con integrantes de los comités municipales del Gobierno Legítimo en la entidad, destacó que la tranquilidad y la paz social son fruto de la justicia.
El presidente legítimo de México hizo énfasis en que la debacle nacional, así como los altos índices de inseguridad y de violencia son producto de una política económica antipopular, de corte neoliberal, que se impuso desde hace 27 años.
Desde ese entonces, no se registra crecimiento económico, no se generan nuevas fuentes de empleo y no se dirige la mirada hacia los jóvenes, que demandan oportunidades de trabajo y de estudio, añadió.
“Sin un verdadero cambio, las cosas no van a cambiar, la sociedad política está podrida y los que mandan en el país, que son como 30, no tienen interés en el país”, precisó al subrayar que la transformación de México y sus instituciones se concretará de abajo hacia arriba, por la vía pacífica y electoral, pero con una revolución de las conciencias de millones de mexicanos.
El movimiento por el cambio que encabeza –expuso—está integrado por profesionistas, pequeños y medianos empresarios y comerciantes, obreros, campesinos, jóvenes. “Se trata de un movimiento amplio, plural, progresista e incluyente, que se está organizando a nivel nacional y en donde participan hombres y mujeres de buena voluntad”.
Desde esta entidad, que calificó como un crisol de gente emprendedora y un lugar estratégico del sureste en lo económico, social, político y cultural, López Obrador explicó que su presencia en Campeche tiene como objetivo “animar a la gente, para que no se apague la llama de la esperanza”.
Expresó su confianza de que la gente no perderá la confianza en el movimiento por la transformación de México y de que la mayoría de los mexicanos están comprometidos en “sacar al pueblo de la pobreza y la marginación” y reiteró su compromiso de no traicionar la confianza que le han conferido los ciudadanos.
Cuando los reporteros le pidieron su opinión sobre el establecimiento de alianzas electorales de los partidos del Frente Amplio Progresista con el PAN y el PRI, el presidente legítimo de los mexicanos manifestó su desacuerdo.
En vísperas de elecciones en 15 estados del país, comentó: “Creo que no deben unirse el PRD, PT o Convergencia ni con el PRI ni con el PAN”, por considerar que éstos últimos dos partidos son lo mismo y representan a la derecha, a la oligarquía que mantiene en la pobreza a millones de mexicanos.
Para López Obrador, la única diferencia entre las cúpulas priista y panista es que los primeros son ladrones y los segundos son rateros.
Sobre el abanderado de la izquierda para la contienda presidencial del 2012, dijo que será aquel hombre o mujer que esté mejor posicionado para ese entonces.
De manera personal, expuso, “no sé qué me depare el destino, porque la oligarquía ha querido destruirme políticamente, si no lo logran, vamos, desde luego, a participar”.
Por la tarde, López Obrador se reunió con integrantes del Gobierno Legítimo de Yucatán en el municipio de Tekax y mañana hará lo propio en Valladolid y Mérida.