Ayer, el presidente Felipe Calderón Hinojosa visitó por primera vez una de las zonas más populares del Distrito Federal, donde la simpatía por la izquierda prevalece. Ello originó el despliegue de un inusual dispositivo de seguridad, el cual resultó insuficiente para acallar las protestas de repudio de vecinos y opositores al gobierno federal.
La colonia Santa Úrsula Coapa, en la delegación Coyoacán, fue cercada por militares y elementos policiacos, tanto federales como locales. Eloperativo contó con la colaboración del jefe delegacional, Raúl Flores, pues fue su propio coordinador de seguridad pública, Fernando Alvarado, quien tuvo a su cargo el cierre de calles y la colocación de vallas metálicas.
La presencia de elementos del Ejército, policía federal y granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública local provocó zacapelas entre vecinos y uniformados.
El dispositivo tuvo como prioridad silenciar los reclamos de los opositores a Felipe Calderón, quienes a tres años de gobierno aún cuestionan su investidura.
No fue sólo la colocación de vallas metálicas y escudos antimotines, pues militares uniformados –algunos solitarios, otros en grupo–, se apostaron en las calles aledañas al Centro de Artes, donde se encuentra la lechería Liconsa en la que estuvo Calderón.
A las 9:40 horas se registró el primer conato de choque con policías federales. Integrantes del comité territorial de la colonia –que se habían colocado detrás de la valla, en el cruce de San Ricardo y avenida Santa Úrsula– gritaron algunas consignas e intentaron colocar sus carteles de protesta, pero de inmediato fueron replegados y se suscitó la confrontación.
Ante el temor de que la comitiva presidencial escuchara los gritos deespurio
y de rechazo a la política económica federal, los responsables de la logística ordenaron retirar a los manifestantes a más de 200 metros de distancia de la lechería.
Minutos antes de la llegada del Ejecutivo federal, un numeroso grupo de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador llegó al lugar. Pero su paso se vio interrumpido por las vallas metálicas colocadas en la calle San Federico. Dos autobuses fueron atravesados para obstaculizar la visibilidad.
Otro grupo llegó por San Pedro, donde se había previsto el ingreso del mandatario, pero la presencia de los inconformes, quuienes lanzaron huevos, botellas y cartones obligó a modificar la logística y Calderón entró por San Ricardo.
Todavía a la salida del panista por la calle San Jorge, un grupo de vecinos le reclamó la falta de empleo y la escalada de precios en los productos básicos.