BICENTENARIO DE LA JORNADA

Este texto fue escrito por el monero Hernández en alusión a la celebración de los 25 años del periódico La Jornada, el original se encuentra en monerohernandez.blogspot.com pero la verdad vale la pena leerlo, porque a pesar de ser una caricatura retrata muy bien la historia de México y recordamos una vez más a aquellos personajes que le han hecho tanto daño al país, pero también nos damos cuenta que cada vez reafirmamos aquellos anhelos de independencia, democracia, justicia y libertad por lo que tanto hemos peleado y no vamos a parar hasta conseguirlos.


Hace unos días, el diario La Jornada, para el cual orgullosamente colaboro, cumplió un año más de vida. En el marco de esta celebración, se organizó una plática con todos los moneros que trabajamos ahí, Ahumada, El Fisgón, Helguera, Magú, Rocha y un servidor.

Yo, contagiado por los festejos patrios escribí el siguiente texto:

EL BICENTENARIO DE LA JORNADA

Antes que nada, quiero dar las gracias por la invitación a este foro en el que celebramos el Bicentenario de La Jornada. A pesar de que yo, evidentemente, me incorporé como caricaturista de este diario en fechas muy recientes, celebro la oportunidad que tengo de compartir esta mesa con algunos de los cartonistas que fundaron este periódico hace casi doscientos años.

La historia de México no podría entenderse sin el referente obligado deLa Jornada.

Todos recordamos el primer número del 19 de septiembre de 1810, en el que, con gran visión se leía: REVUELTA EN DOLORES HIDALGO, GUANAJUATO. ¡¡Cuando ese lugar todavía no se llamaba así!!


Ese primer ejemplar contaba también con el primer cartón que Magúharía sobre el cura Hidalgo. Los lectores sabían entonces, que ese tema no daría para mucho.

En las páginas interiores se podían leer también tres comunicados del subcomandante insurgente Miguel Hidalgo, una crónica de Jaime Avilés, una entrevista de Blanche Petrich a la Corregidora, y unas inserciones pagadas del gobierno de Enrique Peña Nieto.

La Rayuela de ese primer número decía: ¿Cuántos gritos como éste harán falta para que el déspota escuche?

Y así, como éste, ha habido muchos ejemplares históricos de La Jornada a lo largo de estos dos siglos. Como aquel que decía en su portada: BENITO JUÁREZ BLOQUEA EL PASEO DE LA EMPERATRIZ. MAXIMILIANO, EMPERADOR ESPURIO, ALEGA. O aquel otro donde varios moneros de aquella época hicieron cartones en contra del desafuero de Francisco I. Madero.

¿Quién no recuerda ese fantástico cartón de Rocha sobre la Decena Trágica, donde dibuja a un lunático disparando en el metro Pino Suárez? ¿O esa otra formidable caricatura de Ahumada donde retrata a Victoriano Huerta como un pelele alcohólico sentado en la silla presidencial?

Son famosos los reportajes gráficos que en varias etapas de nuestra historia, han aparecido en las páginas de La Jornada, como cuando los zapatistas desayunaron en Sanborns y luego llegó Jesusa Rodríguez a clausurar simbólicamente el lugar como protesta. O las célebres fotos de las adelitas quienes, durante la revolución, defendieron junto con elPeje, la soberanía del petróleo.

Durante las grandes concentraciones en defensa de la expropiación petrolera, las cámaras y las plumas de La Jornada lograron captar la solidaridad y el apoyo de los mexicanos hacia el gobierno de Lázaro Cárdenas, que se hacían patentes en frases como “No es una lata estar con el Tata”.

Para la historia queda esa portada de nuestro diario, donde se anuncia el asesinato de Álvaro Obregón:


En dicho ejemplar, sobresalía un cartón de El Fisgón, en el cual, por alguna extraña razón, dibujaba a Plutarco Elías Calles, pelón y con dos enormes orejas.

La Jornada registró en sus páginas las corruptelas de gobiernos como el de Miguel Alemán, la represión sindical durante el sexenio de Adolfo López Mateos, y el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz. Y lo hizo como ningún otro medio de su época. Es más, lo hizo incluso hasta en la época en que su época ya no era esa época.

Las voces disidentes del movimiento estudiantil de 1968 tuvieron cabida en nuestro diario, incluso cuando los jóvenes líderes estudiantiles ya no eran tan jóvenes ni tan líderes ni tan estudiantiles. En esos años, la fina y aguda pluma de el caricaturista Helguera trazó las contrahechas facciones del presidente Díaz Ordaz en infinidad de ocasiones. Aunque todo mundo se pregunataba entonces: ¿por qué le salía igualito a Felipe Calderón?

En fin, celebrar el bicentenario del diario La Jornada es uno de los actos más representativos y lúcidos que podamos ejercer como una sociedad informada y como una sociedad que, sin lugar a dudas, y como aquí se ha demostrado, conoce muy bien su historia.