Un ciudadano hondureño muerto tras el golpe de estado perpetrado por la derecha hondureña, que tras su poca aceptación de los hondureños tuvo que recurrir a la violación de orden constitucional, al colocar de facto a un presidente espurio.
Ante este suceso los ciudadanos libres han convocado a un paro nacional en repudio a la clase política afín al golpe de estado, es decir, a los militares que detuvieron a Zelaya y lo expulsaron a Costa Rica, a los partidos de derecha que avalan el golpe, a la iglesia católica que sin duda esta plagada de intereses, al propio congreso nacional que puso a un presidente, todo esto por que no estaban de acuerdo en realizar una encuesta para decidir el futuro de la nación, ya que que se preguntaría si se estaba de acuerdo en que se convocara a una Asamblea Constituyente.